Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en la gran https://asiyaymzq525347.widblog.com/93296426/razones-ocultas-del-cabezazo-de-zidane